sábado, 27 de enero de 2018

CUÁNTA ALMA CAMINADA.

Cuánta alma abierta
al desdén de la tierra.
Cuánta alma deslizada a la nada.
Alma que encierra
tiempos y calla cielos.
Alma que ama y sueña es verdad
es creencia y levedad.
Alma adherida a la tierra
es alma callada de amor
conjuntada a la del cielo en su fervor
como a la del tiempo
es vida sin más clamor.

Cuánta alma aferrada a la nada.
Cuánta alma acariciada sin leyes.
Alma de silentes tiempos
asentada a los corazones.
Alma de sedientos cielos
sin turbias nubes.
Alma de cruces
cuando lágrimas llueven
de antecedentes de amores.
Y no son vistas
a las antorchas de luces,
la misma que amamos
en canto de linces.

Cuánta alma caminada
a la sed de amor,
la que enciende de paz
y luz en sabiduría
cuando se ama amando
en liturgias del cielo.



Autora Lucía Pastor