Fríos que rasgan
hasta las cuerdas vocales,
Induciendo a las letras a refugiarse
entre los luceros de
cielos ascendentes,
los que encienden manantiales
cerrados de aguas
claras,
como de calores de amores…
Fríos que a caudados son por los lacios pasos,
acumulados por los
territorios
del cruzar de tierra,
la que acaba enfriando los corazones
por los cambiantes de
cielos,
sin saber del serlo,
como los fríos encuadran
accediendo de colores…
Fríos que encadenan
los huesos
como la tierra encadenada es
por nosotros mismos,
sin saber que somos
libres de paso
cuando amamos,
amando en libertad de
cielo…
Autora: Lucía Pastor
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