miércoles, 30 de septiembre de 2015

ME SIENTO A VECES ABATIDA

Me siento a veces abatida
por los cordeles de los ascensos,
los que en quehaceres abstracta
tiempos como espacios,
en síndrome de fuerza y fama.
Dando sólo palabras
de cada lado de estancia, 
la que en  avalancha  me lanza,
por las ramas del crecido
 decir de escucha… 

Me siento a veces abatida,
por los laureles en flor de palabra,
nacido entre portales,
de los  bajos ascendientes
de mis generaciones,
del decirme un día sueña,
lucha con esfuerzo de vida.
Vida extraída  por los que un día
arrebatada les fue
en agonía de sí misma,
por los  mismos sucesores
de carga en voluntades,
los  que agrandaron  lugares
sin dar cuerda  a nadie,
después  de ser 
tiempos de  libertades…

 Me siento  veces abatida
por lo que no sé si soy,
siendo camino puesto
entre mis adentros,
queriendo  ser sólo
el trasmitir de palabra,
del descifrar lo que en su pesar
quiere dejar en paz,
como en conciencia
que de amor habla,
cautivada por la presencia,  
sin proposición de lugar de la tierra
que encadenada es a la nada…


Me siento a veces abatida
por la noche como por el día,
de querer ser presencia de escucha, 
siendo calumnia a veces
del interés de fuerza,
acomodando a pasos,
que un día fueron 
olvidados en pastos,
sin tierra fertilizada de ribazos.
Y hoy son poesía en sentimientos
trasmitidos por poetas…


Autora: Lucía Pastor

miércoles, 23 de septiembre de 2015

OTOÑO

Otoño nostálgico
que entre su silencio
del caer de hojas
siento su peregrinación de adentro, 
el que cesa aún  del viento, 
el  que encoje de luz
del acabado calor del verano,
el que entre mis manos
siento su  helado, 
como  siento cuando pequeños
lirios crecen en  su blanco,
erizando  al verlos,
como eriza mi vello
hasta mi pecho,
acurrucando
los sentimientos,
del  querer amar
sin recuerdos de otoño…

Otoño peregrino 
candente del verano,
acurruca su calor
entre los adentros,
para seguir aún despacio
los pasos del otoño,
preparando el crudo invierno,
sin que destelle de amor
la calidez de los ausentes,
del clamor  fuerzas, de tiempos
que nos influya al amarnos,
sin frío que hiele,
cuando en verdad 
es  el verdadero
estar de amor… 

Otoño silencioso
martirio de amores,
orillera el afluir de sus portales
el que nos rodea  de amores,
encendiendo la  luz de vela,
para no caer  entre la luz débil
del sol del amanecer,
como la del amar
es de amantes,
cuando la noche
larga  nos acompañe,
del decir que amemos
sin fríos de calores,
sin tiempos recortables 
del amanecido
y temporáneo otoño…

Autora: Lucía Pastor

lunes, 21 de septiembre de 2015

NOCHE Y MUJER

Noche y mujer
que enamoradas van,
conjuntando el tiempo
y subrayando el camino
incierto de la verdad,
entre la oscuridad,
alcanzando la claridad
del apagado tiempo,
cruzado y señalado
entre sus llagas,
las que señalan
el cielo en tierra,
y acumula espacios
para ser llenado
del amor maduro,
el amor que da frutos
arraigado al eterno
y consagrado
al amor de fuerza
sin amarres
de cante de luna…

Noche y mujer
es conjuntada y amarrada
entre silente de lunas,
sin espacios de luz
que acaricie el afuera,
del adentro estar de amor,
el que acaricia de amores
en los instantes vacíos,
cuando el amanecer
conjunta el amor
de la noche al querer,
como el que la noche
dejo en mujer…


Noche y mujer
acabadas son,
sin no concuerdan
el amor entre sus auras,
las que rodea de amar,
sin entorno que entorpezca,
el analizado tiempo,
el que acaricia el pensamiento,
del adentro amor sin viento,
cuando amanece entre sol
del resplandeciente saber,
que amar entre la noche
despierta de fervor
sin sueño que duerma
su clamor…


Noche y mujer
complicadas son,
y a la vez  a caudadas
por las veredas del recuerdo,
del tiempo de juventud,
del ayer al hoy,
entre los corazones abiertos
al tiempo y a las decisiones,
entre la noche en su sentir,
de mujer sin su dormir…


Autora: LucíaPastor

miércoles, 16 de septiembre de 2015

SON BARBARIDADES LAS QUE HOY VIVIMOS

Son barbaridades las que hoy vivimos
en este abatido mundo de guerras y armas,
donde la pobreza, la angustia llega,
destrozados por los que no son capaces
de ver las caras desgarradas de corazones.
De los que dejan su tierra en manos de los gobernantes,  
apenando a las gentes, aún van destilando galardones,
en integridad de fuerzas, del decir de sus sentidos,
por la buena voluntad de haber solidaridad.
Hablan conveniencias en parte de una sociedad, 
las que empobrecen las misiones de pueblas,
y enriquecen sus puestos abusivos de tiempos,
encadenándonos a las guerras, las mismas de ayer,
las mismas de hoy, las que nos recuerdan 
el vivir de las atrocidades de las posguerras,
las que nos contaban los antepasados en historias…

Son barbaridades las que vivimos,
oímos, cuando albergan noticias,
y quisieramos que fueran irreal,
como mueren, como matan
como destroza la humanidad,
sabiendo que somos todos
en semejanza de destruirnos,
en el saber de amar, de respetar
en fuerza del cielos, el que es atraído 
por los causantes de milagros,
sin ser vistos, sin melladuras de ningún culto 
que enganchen daños  a las gentes,
por tierra de descendientes,
por discípulos de cierres,
por guerras en barbaridades,
teniendo que vivirlas cómo siempre,
impotentes, sin más que hacer
qué dar la voz en alarma de palabras,
las que escritas embalan,
las que para ellos vuelan borradas,
al mundo del lugar que ascendieron.
Para seguir sus condiciones de planes,
de tierras muertas para unos,
vivas para otros, sin más que hacer
que vivir en paz en nuestro ser,
en nuestro querer trasmitir,
un alrededor sin desdén,
aún difícil de mantener.
Un mundo en descuerdo,
es mundo de guerras…



Autora:Lucía Pastor

jueves, 10 de septiembre de 2015

ES SED Y HAMBRE…

Es sed y hambre lo que deja huella a  los inmigrantes,
aquellos que huyen de guerras, de hambre,
de mafias abiertas al robo de sus descendientes,
de niños  frágiles abiertos al mundo,
como al cobro de desorbitadas cuentas,
por un billete que quizás lleguen o quizás no,
a un paraíso vendido por ellos mismos,
y quizá no sea tal encuentro,
arriesgado por  la vida y la muerte…

Es sed y hambre lo que deja huella a los inmigrantes,
callados. cargados cruzan caminos, descendiendo
de puertas como de calles, de un  mismo edén,
el de tierras que vivían, aferrados por otros a destruirlas.
Corren  sin más que lo puesto a ser acogidos,
por los que quizás más hacen  y menos tienen,
aprobados por leyes las de última hora,
porque ya  ocurrió  algo grave  y el mundo se les echa
por capote y montera, o quizá sea por conciencia,
porque en antaño hicieron lo mismo por sus países…

Es sed y hambre lo que dejan a los inmigrantes,
lagrimas y semillas perdidas por sus cantes,
los que un día fueron fuerzas de gentes y corazones
y hoy son callantes de marionetas.
Quizás sea está una guerra  de estima y conciencia
para los que forman batallas de soldados.
Quizás  un día verán sus manos manchadas de sangre,
Quizás  por volver   a ser sus descendientes  inmigrantes,
siendo sus genes, siendo ellos mismos los caminantes
de mares sin tierra  que calme…
 

Autora Lucía Pastor

sábado, 5 de septiembre de 2015

ESCUCHA AL CORAZÓN

Escucha al corazón
que él sí sabe de razón,
pero de tanto escucharlo
quizás te duela
hasta su profundo,
elque engrana
de facilidades
prisioneros
de dificultades,
porlos grandes capitales,
desobedeciendo
al mismo corazón,
no escuchando
el de la  pobreza,
que empequeñece
en sabiduría, 
cuando no anda
no abre sus alas,
al mundo
en libertad
de ramas…

Escucha al corazón
que él si sabe de razón,
del sentimiento que abre
el edén de cielo en tierra,
aún cerrada sea
prisionera de vida,
la que encarga
a deteriorarnos
con letras y números,
abusivos de cuentas,
las que hace años
borraban el tiempo,
y  hoy señalan
altos de ciénagas, 
cuando  no juegas 
a sus mismos juegos,
los que ganan
siempre ellos,
en dólares
o en euros…

Autora: Lucìa Pastor

viernes, 4 de septiembre de 2015

AMOR ETERNO

Amor eterno ya no sé si existes o no
por ser andante de mis  tuerces,
los de vacíos de mundos
que encierran tiempos
como amores abiertos…

Amor eterno ya no sé si eres
camino de páginas creyentes
del creer que existamos,
porqué existes en amor eterno,
entre laminas de fuerza
del terciopelo acariciar de adentro…

Amor eterno ya no sé si por creer
siempre en ti no decaído
por las cuerdas que flojean de vida
las que acarrean cientos 
de debilidades  de tierra…

Amor eterno ya no voy a descubrir si existes
ya supe de tu estar  convaleciente 
lo que no sé es si estarás  allá
cuando yo muera  y me esfumé
entre la tierra de tu cielo…

Amor eterno ya no voy
a rechazar nunca  el saber amar,
aún quieran detenerme por la pobreza del pan,
la que embarduna nuestro s ojos  al mirar,
pero no nuestro corazón
fortalecido de tu querer estar…

Amor eterno ya no sé si eres camino
de cielo, endureciendo nuestro andar,
para qué sepamos que no hay tesoro
ni firmamento, en la tierra  que no sea
del cruzar del cielo abierto  a nuestro amar…

Amor eterno eres amor  sin ser espejismo,
 cuando vemos tu  ser de estar profundo,
señalándonos  en el alrededor
 que no hay amar sin amor eterno…

Autora:Lucía Pastor







miércoles, 2 de septiembre de 2015

POETAS

Poetas que entre ramas
de crecimiento nos reunimos,
y como ellas también
descendimos entre tierra,
para que el cielo nos ofreciera,
nos diera paso en su fuerza,
de los que apartan el oír
de la palabra de poeta.

Poetas sin conveniencias,
poetas de verdades,
de corazones abiertos a libertades.

Poetas de inquietudes
hacia la palabra, la que da fruto
y que a veces cae maduro,
por no compartirlo
entre sus multitudes.
Fruto que no dejan llegar
en el saber de su entregar.
Fruto de la palabra de sabiduría,
que aún pequeño en su espacio
grande es de amor,
el que nos asigna
de vida sin furor.

Poetas que ayer fue
un trascender de fuerza,
del trasmitir de aquellos
qué lejos se acercan,
por el saber de la palabra
del poeta, la misma
que teniéndola cerca
a veces no escuchan,
en la magia que rodea
su descendencia,
la que esparce en tierra
de alcoba, aún no siendo
profeta en su tierra.

Y yo me pregunto qué tierra,
si yo no tengo tierra,
tierra es la que me lleva,
acoge y acerca en el dormir
de esa tierra, despertada
por la palabra del poeta,
la que abre su extensión de audición,
sin descender del corazón…

Autora: Lucía Pastor